viernes, 4 de abril de 2014


Tendencias mundiales del inglés y el bilingüismo


A comienzos del siglo XXI, el número de hablantes no nativos del inglés (aproximadamente 1.125 millones) es tres veces el número de personas que tiene este idioma como lengua materna (cerca de 375 millones). Se estima que, sólo en China, en la actualidad hay más personas estudiando inglés que hablantes nativos en el mundo. A la pregunta de si el dominio del inglés es importante, la tercera parte de la población mundial ha contestado afirmativamente mediante el aprendizaje de este idioma, en algún nivel.

La respuesta de los sistemas educativos al bilingüismo, alrededor del mundo, ha sido muy variada y con diferentes grados de éxito. Por la complejidad de los procesos de reforma curricular y los diferentes factores que en ella intervienen, no parece haber fórmulas mágicas para garantizar logros rápidos cuando un país decide mejorar su sistema educativo, en lo que se refiere al inglés como lengua extranjera. Los resultados positivos parecen depender de una política sostenida en el tiempo, que contempla todos los elementos que inciden en la calidad y la interacción entre ellos. John McGovern, estudioso de proyectos de innovación educativa en el área, resume los esfuerzos de reforma curricular en la enseñanza del inglés de las últimas tres décadas, como centrados en:

1.      Enfoque o metodología (años 80)

2.      Currículo o programa (años 80-90)

3.      Ayudas pedagógicas, textos y tecnología (años 80-90)

4.      Formación de docentes, inicial y en servicio (años 80-90)

5.      Tiempo dedicado al aprendizaje, más horas y/o desde más temprana edad (años 90 hasta hoy)

6.      Estándares claros y exámenes de dominio (años 90 hasta hoy) y, últimamente, uso del inglés como lengua de enseñanza de otras áreas.

Constata también McGovern la poca efectividad, en general, de los proyectos, sobre todo de aquellos en los que se da un énfasis exagerado a un solo o a unos pocos aspectos, lo que lleva a descuidar los demás. Para él, la efectividad depende, ante todo, del manejo del proyecto, en el cual se debe garantizar una adecuada interacción entre todos los actores y propiciar incentivos para que cada uno de los participantes sienta que hay ganancias personales asociadas al éxito del mismo. Como respuesta a la dificultad de medir la efectividad de las acciones emprendidas, una tendencia reciente consiste en expresar los niveles de dominio alcanzados por los aprendices en términos de "niveles comunes", que sirven de punto de referencia objetivo. En este terreno es posible destacar las iniciativas de ACTFL, Proficiency Guidelines, y del Consejo de Europa: Marco de referencia europeo para el aprendizaje, la enseñanza y la evaluación de lenguas.

 

 

 

 

 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario